jueves, 24 de febrero de 2011

CORTESIA

Una madre de familia me ha solicitado recomendarles a los chicos que saluden al ingresar a la Biblioteca; me parece válido y hasta deseable, pero esa mínima cortesía no debe ser impuesta, sino tendría que ser una iniciativa personal, un hábito cultivado desde la más tierna infancia. Si la rebeldía adolescente les da por ignorar a determinadas personas, sobre todo a aquellas que no les dictan cursos y por lo tanto no se ven involucradas en las calificaciones ni asignan notas, es en vano. Por mi, que sigan con sus vidas, no me molesta...
Sin embargo, desde esta modesta columna aviso que este año van a tener que pagar las impresiones con sencillo y, además, no se fía...

1 comentario:

  1. Los niños aplican la economía del lenguaje,sin ser ello una falta de respeto de por sí.De seguro es la familiaridad que le tienen a un espacio querido la que los hace pasar por alto los saludos. Sábato nos dice ¨el bibliotecario (el de su colegio) era como el portero del cielo a quien le es dado abrir las puertas de un mundo prodigioso...¨, de seguro en el regocijo se olvidan de saludar :)

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