En El Comercio de hoy se reseña el libro Martín Adán. Entrevistas, editado por el estudioso Andrés Piñeiro y publicado por el Fondo Editorial de la PUCP, que será presentado en la FIL esta tarde. Destaca el laconismo de Martín Adán para con sus frustrados entrevistadores.
Por mi parte tengo muy presente mi asistencia a su velatorio en el Albergue para Ancianos Canevaro, aquel lejano año de 1985.
Cito al filósofo Alberto Benavides Ganoza, con quien don Rafael de la Puente Benavides no estaba relacionado sino por Adán:
“… Tengo la certeza de haber conocido en él a un peruano superior, cuya voz, estoy seguro, se seguirá oyendo en el Perú más educado que está en nuestra esperanza.”
Del poema Realidad, el ángel que me guía, dejo esta estrofa:
Porque la Poesía es como el Ser: de instante.
Es un vivo sin cuerpo y una mano colgada.
El Ángel, que si es, nunca se sabe nada,
Porque nada es sin tacto, y, si lo es, no es bastante.
Y este otro poema, reseñado en este portal:
Todo lo ignoras porque eres de piedra,
Todo lo ignoras porque es otro el día;
Todo lo ignoras porque es otro el río
Y sigue siendo así todavía.
Como este post está muy visitado ultimamente, agrego este otro vínculo para ampliar el universo de los poemas de Martín Adán.
Hoy, 11 de diciembre de 2012, agrego una reseña de Alina Gadea Valdez sobre una visita al Hospital Larco Herrera, hogar, por elección, de nuestro excepcional poeta. Espero que la disfruten.
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