martes, 4 de febrero de 2014

LA DISTORSIÓN DE LA BIBLIOTECA TRADICIONAL DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS ANTE LA EDUCACIÓN 2.0




Los alumnos nativos digitales tienen una dieta digital (Piscitelli) muy diferente a las bibliotecas e instituciones educativas. Se percibe una distorsión entre lo que esos jóvenes hacen con la tecnología digital en su vida cotidiana con respecto al acceso a la información y la tecnología de las bibliotecas y bibliotecarios de instituciones educativas tradicionales. Las bibliotecas todavía se construyen basadas en el concepto acotado tradicional, que impera en la mayoría de los usuarios, la idea de un lugar donde se almacenan o guardan libros. En la Wikipedia, se propone una definición más amplia de la biblioteca, al referirse tanto a las “colecciones bibliográficas y audiovisuales como a las instituciones que las crean y las ponen en servicio para satisfacer las necesidades de los usuarios.”[1]

El concepto tradicional de la biblioteca de instituciones educativas dice que es aquella que contiene una colección  organizada y centralizada de los materiales informativos que necesita un centro educativo para desarrollar su tarea docente, cuyo responsable es el personal cualificado, y sus actividades deberían integrarse en los proyectos pedagógicos del centro. En esta no se hace referencia a los espacios digitales en los cuales puede desarrollar sus servicios en la actualidad a través de la Web 2.0. Será que el “libro de texto” y los materiales impresos siguen siendo las fuentes de información principales que se encuentran. Mientras tanto, los alumnos al ser los principales usuarios de las bibliotecas tienen como medio de comunicación preferido a Internet en general, las redes sociales, los dispositivos móviles en sus prácticas socioculturales habituales.

Nicholas Carr (2010) describe que “con mucha frecuencia las políticas escolares que prohíben celulares, correo electrónico o sitios de redes sociales en las escuelas, están nadando contra una corriente muy poderosa”. La realidad de las aulas y las bibliotecas dista muchísimo a lo que propone una educación 2.0. Según Aparici (2010), la educación 2.0 presenta una “filosofía y una práctica de la educación y de la comunicación basada en el diálogo y en la participación que no requiere sólo de  tecnologías, sino  de un cambio de actitudes y de concepciones”. 

En estos nuevos entornos de aprendizaje digital, ya no basta formar usuarios básicamente en alfabetización informacional (que son necesarios) sino la propuesta es ir más allá,  y proponer una serie de actitudes y concepciones comunicativas del bibliotecario para orientar la biblioteca en los entornos digitales virtuales abiertas al conocimiento, al aprendizaje en línea a través de redes sociales, formando a los usuarios a desenvolverse en entornos personales de aprendizaje, conectivos, colaborativos y en la Web Social.


Fuentes:
  • Aparici, R. (2010). Conectados en el Ciberespacio. Madrid: UNED
  • Piscitelli, A.; Adaime, I.; Binder, I. (comps.) (2010). El proyecto facebook y la posuniversidad: sistemas operativos sociales y entornos abiertos de aprendizaje. Buenos Aires: Ariel. 
  • http://networkedblogs.com/Ts6i9

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