lunes, 13 de septiembre de 2010

RETOMANDO EL CONTACTO

Estimados todos, luego de una pausa vacacional más corta de lo esperado, me reintegro a mis labores habituales. La experiencia de este viaje A Europa ha venido a corroborar la impresión generalizada que tenemos todos aquellos que nos vemos obligados a solicitar visados para poder ingresar a otros países: el personal consular trata de mala manera a quienes tienen la mala suerte de caer en sus ventanillas, no orientan a los viajeros ni hacen sugerencias para que su visita se desarrolle sin incidentes. Es decir, la vocación de servicio brilla por su ausencia.
Es una pena tener la certeza que las libertades individuales se ven cada vez más limitadas y lo que prima es la rigidez mental versus la inteligencia humana, el criterio, la consideración al prójimo y el sentido común.

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